tengo que huir de la ciudad antes del amanecer

pues yo no le pertenezco a él

y estoy acá por error

mirate
miralos
aveces siento que nunca terminan su condena
mirame
mirame a los ojos
y decime

decime que no es verdad
que todo esto es un sueño muy chiquitito
una realidad,
en la que puedo tirar contra la pared
todo lo que aborrezco y amo
que no es verdad todo esto que me está tocando vivir;
susurrame despacito al oído que todo lo que veo sólo es un poco de astigmatismo nada más y que nada existe en mi cabeza

pues esta
es quien está llena hasta su mitad con sangre,
en su borde más exacto.
y quién debe saciarse con ella,
-si bien no es un concepto de mi agrado-
es el vértice perfecto;
que puede salvarme de esta interminable tormenta.